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lunes, 20 de diciembre de 2010

Espera

Una noche de luna destapada
lo vio partir en su barcaza rumbo al mar eterno.
iba tallando cicatrices en las olas
y entre las redes enredando el miedo.

Ella quedó esperándolo en la orilla
besando su rosario de madera,
en cada cuenta enroscaba el frío
entretejido con esquirlas de silencio.

Supo del hambre brutal de aquellas olas,
anquilosó la fe, maldijo al miedo y a la vida,
convocó a los dioses de la espuma
antes de echarse a llorar, casi rendida.

-¡Maldita maldición la de ser pobre!-
gritó, aunque sólo la escuchó la arena.

Abofeteó su rostro un alga clandestina,
la salpicó una lluvia de ironía,
tomó gotas de mar entre sus dedos
para lanzar su pena a la deriva.

2 comentarios:

  1. Qué triste historia nos cuentas en tu poema, amiga, pero hermosamente versado.
    Las palabras bien buscadas e hiladas unas con otras.
    Felicitaciones.

    Y que tengas una Feliz Navidad!

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  2. Es un bello y triste poema. Felicidades.
    Tengamos esperanza.
    Un abrazo y feliz año :-)

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